La afición por la fotografía, a la hora de viajar, es un condicionante bastante importante.
Los viajes te permite disfrutar de tu afición en sitios incomparables, pero también tiene sus problemas y condicionantes.
Lo habitual es llevar una cámara compacta o como mucho una reflex con su objetivo. En cambio, para mí eso es inviable. Cada vez que me voy a un viaje pienso «A ver que cosas no necesito» pero al final, siempre acabas llevando todo (o casi todo) el equipo.
En mi caso os pongo una foto de lo que yo llevo y que supone todo mi equipaje de mano.
Cámara:
- Canon 50D + Grip
Objetivos:
- Tokina 11-16 f2.8
- Canon 50 mm f 1.4
- Canon 24-105L f4IS
- Canon 70-200L f2.8IS
Monopié
Trípode Swarowski con rótula Manfrotto 804RC2
Disparador remoto Photix
Flash Canon 430EX II
Tarjetas de memoria varias
Disco duro para Backups
GPS para geolocalización de las fotos
Útiles de limpieza
A todo esto hay que sumar pilas, cargadores, portátil…
Todo ello, aunque parezca mentira, cabe en una mochila (a execpción de los trípodes, que están prohibidos en cabina), que se convierte en mi equipaje de mano. El día que quiera hacer un viaje en Low Cost, me tendré que llevar la compacta unicamente.
¿Tu pareja que dice de todo esto?
Las parejas son unas sufridoras, pero luego les gusta tener un recuerdo del viaje 🙂
impresionante tio,.. ¡de mayor quiero ser como tú!